sábado, 18 de marzo de 2017

La historia de la Cabra: reflexión del pasado



Soy una cabra solitaria, me cuido a mi misma, ya no hay nadie que me proteja o que cumpla esa función desde que dejé al león en esa pradera peligrosa y mística. Caminé y caminé hasta llegar una zona desértica pero acogedora, un oasis con agua y muchos arbustos para devorar. Mi vida parecía perfecta hasta que llegó a mi, una pregunta ¿Había hecho bien al dejar al león solo? Bueno... me dirán loca, pero sentía una gran atracción por él. ¡Era majestuoso pero un pendejo! ¡Ups! Lo dije, sí. Nadie tiene que estar babeando por alguien que te subestima y que confía más en las piedras del camino que en ti misma. Sé que soy algo excéntrica, pero a veces sentía como si yo fuese un remordimiento en su cabeza para no sentir pena por todas las barbaridades que ha hecho con otros animales. En parte sí me hacía especial. Pero... ¿hacerme comer carne? Todavía no supero esto. Y a veces me siento mal por ser parte de esto por mucho tiempo, pero creo que ahora que estoy sola me doy cuenta del mundo degradado en el que vivía con él. Hoy sólo anhelo volver a encontrar cabras como yo. Un día será, pero por hoy seguiré dándome la vida en este oasis.

Sonido de explosión

¿Qué fue eso?
Se está oscureciendo todo qué está pasando...
Y de pronto recordé que esto lo había vivido, o al menos en el sueño. En mi sueño recuerdo haber visto bajar del cielo una serpiente con alas, que con su magia venenosa hizo que el León se pusiera a sus pies. Quizá hoy estaría viendo al León caer ante las alas de ese extraño reptil volador. Bueno... si ya oscureció es tiempo de ir a dormir. ¿Sí no? Si fue un sueño o una acción vidente quizá por eso abandoné a ese león, quizá estaría sufriendo por el dolor de ver a un pendejo más pendejo, ¡ja! Como dicen hoy en día los humanos #VamoADormir mi vida es primero.

No hay comentarios: